<< Hiroshi no perdió tiempo en escatimar energías y aumentó la velocidad en ambos y dio favores divinos a Shuichi, además de otorgarle la divina protección. Ambos mantuvieron paso firme, dentro de muy poco el sacerdote logró escuchar el ruido, pareciesen arboles cayendo sin cesar, uno tras otro y cada vez se hacía más fuerte el sonido. Luego de unos pocos minutos de silencioso trote llegaron a un pastizal, en medio del bosque había un enorme pastizal redondo que pareciese trabajo de un dios, estaba perfectamente cortado y ese pequeño paraíso estaba totalmente libre de árboles. De pronto una voz se escuchó desde atrás.
-¿Quienes sois? -dijo la grave voz, mientras los apuntaba con una flecha-. Nunca los había visto por aquí, acaso buscais mi cabeza o es acaso a mi halcon a quien buscan. Si es así les recomendaré que se alejen lo más rapido posible si esque no quieren perecer en un lugar así. >>
Espero les agrade mi usual texto de aficionado ^^.
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