Aquí les dejo una de mis partes favoritas de mi libro:
<< -Disculpa -dijo en un tono muy bajo, casi inaudible-, ¿por qué a él lo uniste sin prueba alguna?, yo tuve que pasar grandes dificultades únicamente para llegar hasta donde te encontrabas, tuve que enfrentarte y desplegar todo mi poder para darme cuenta que soy supremamente inferior a ti, en cambio él no tuvo nada que hacer ni demostrar -poco a poco el volumen de su voz aumentaba-. Siempre te he admirado, los rumores de ti fueron los que me impulsaron a buscarte y todos eran ciertos, tu divino poder es abrumador. Pero tú... tú no demuestras nada, ¡no me demuestras nada!. ¿Es acaso que mis fuerzas no son dignas o tal vez me uniste por lástima? -poco a poco comenzaban a brotar lágrimas desde sus pardos ojos- yo soy una persona muy torpe y no entiendo muchas cosas, este mundo es demasiado complicado para mi y tú lo eres aún más, nunca sé lo que sientes, eres un libro cerrado para mi. Por favor ¡confía en mi! Te lo suplico, te daré lo que quieras, ¡seré más que una compañera si así lo quieres!, ¿es mi cuerpo lo que deseas? ¡te lo daré! -la campeona rápidamente comenzó que desvertirse, ya casi estaba desnuda en su parte superior cuando Shuichi habló sin siquiera cambiar de posición, aún mirando fijamente la fogata.
-No, no es tu cuerpo lo que deseo -la campeona se detuvo, mas todavía lloraba-, lo que de ti deseo es que el hambre surga, que tu alma pida a gritos saber más. Y también te pido que no creas que soy tan fuerte como parezco, mis actos son impulsados por razones incorrectas y eso me resta poder, es sólo que yo entiendo como funciona este mundo y esta obscura banda me permite ver más nítidamente de lo que crees. Tú eres pura, aún eres una niña, te queda todo por delante, en cambio yo sacrifique mi infancia por la venganza, por favor no creas que soy un ser ya corrupto por el mal, sólo no me mantengas en un pedestal porque tarde o temprano me veras caer y estoy seguro que te dolerá mucho. Soy un humano corriente. En mi habitan la envidia y la lujuria, soy un pecador y un cuerpo joven y esbelto como el tuyo es una gran tentación, pero no soy capaz de perturbar tu mente en crecimiento, menos aún sabiendo que eres una de mi generales -en ese momento el campeón se volteó hacia Guillotine y le sonrió tan apaciblemente que la joven abruptamente dejó de llorar. >>
Espero a ustedes también les guste.
